16 octubre 2006

¡ASTERISCO!

Tenía que quitar todo lo que hubiera delante. Daba lo mismo quien lo había puesto, ni cuánto tiempo llevaba allí. Llegaba el 'asterisco'. Ibamos a ser felices.

El 'asterisco' es guapo, atractivo, gracioso, tiene un saber estar con todos. Le da lo mismo que el grupo sea grande o que se haya quedado sólo con otro signo. Yo he tenido la suerte de conocerle y quererle, quererle a morir, he disfrutado de que estubiera a mi lado, de escucharle y acariciarle. Fue en un texto largo. Daba igual que estuviera en el mismo párrafo o que nos separaran unas cuantas líneas.

Ahora no estamos juntos, cada uno ocupa una tecla diferente. Pero me encanta soñar que de vez en cuando puedo acercarme a él y, en una travesura lingüística recrear un texto, a escondidas, sin que nadie me vea, mirarle, sentirle y poderle acariciar. Pero como soy un signo, no puedo manifestarle mis sentimientos.

03 octubre 2006

¡QUE SUERTE!

Tener hijos es algo circunstancial que depende de muchas variables, se puede querer tenerlos o no y se pueden tener o no. Pero si se tienen y se ha apostado por ellos enseñándoles lo mejor que hayamos aprendido, entonces casi seguro que no nos defraudarán. En ellos, nosotros, habremos mejorado. Yo tengo suerte con mis hijos, y si hay algo mal habrá sido culpa mía. Debo mejorar.

Los padres siempre se tienen, luego puede que se haya convivido con ellos más o menos tiempo. En cualquier caso creo que a un hijo no le van a educar mal intencionadamente, lo harán lo mejor que sepan y puedan. Es su hijo. Van a tratar de dar lo mejor que tienen dentro. También tengo suerte con mis padres, si alguna vez hay algo malo puede ser por incomprensión mía, egoismo o cualquier otra razón que yo podría evitar. Debo mejorar.

Y el tercer pilar son los amigos. Ahí sí que ya todo depende de nosotros, sólos. Según cómo se trate a la gente que nos rodea, tendremos más o menos 'posibles' amigos, luego, a medida que aumenta el conocimiento entre todos y con algo de afinidad, podrá irse cimentando una amistad. Muy importante es basarse en el respeto y la empatía. Es fácil, no me gusta que me engañen, entonces haré todo lo posible por no engañar. Respeto. También tengo suerte con los amigos, creo que son bastantes, buenos y diferentes. Creo que son esplepléndidos conmigo mientras que yo trato de corresponderles en lo que puedo. Debo mejorar.

Para sustentar el poder humano estos son los tres valores principales o únicos. No hace falta creer en nada. Yo creo que no creo en nada que no sea humano. Lo demás es fruto de las relaciones humanas (tema apasionante). Y luego está el universo.

02 octubre 2006

NI MAS, NI MENOS.

Cada vez estoy más harto de tener que pedir perdón, o la sensación de tenerlo que pedir. Tanto de forma personal como de forma general. En lo 'personal' no soy ni más ni menos que un católico, un islámico o un ateo, ni un homosexual o heterosexual, o un hombre o una mujer, o por ser de Madrid o de Barcelona o no ser de pueblo, o por tener trabajo o estar en el paro, o por pasar hambre, o si reciclas o no, o que me guste la montaña o la playa, o la pintura o la ópera o un programa basura de televisión, o si juego al ajedrez o si hago tai-chi o si plancho o si fumo marihuana, si me gusta leer a los clásicos de la poesía mundial o el cine español,... Por 'general' quiero decir que tampoco me da la gana pedir perdón por haber nacido donde lo hicieron cualquier pintor, político, bailarín o asesino, o por lo que sea.

Soy Mariano Mendoza, nacido donde he nacido, con el sexo que tengo, con mis gustos y preferencias en todo, hago lo que hago por una cuestión de apetencia. Huyo de ser un mentecato que crea que lo que hace es lo correcto y lo mejor. Mi ombligo también es redondo y mi mierda huele tan mal como la de todos.

Se puede opinar o decir cuáles son las preferencias de cada uno, pero creo que no está muy bien juzgar ni valorar a los demás. No se es mejor por ser andaluz o catalán, ni mujer que hombre, ni heterosexual que lesbiana, ni ... Lo importante son los valores que se reconocen en todas las culturas y que se basan en el respeto