02 octubre 2006

NI MAS, NI MENOS.

Cada vez estoy más harto de tener que pedir perdón, o la sensación de tenerlo que pedir. Tanto de forma personal como de forma general. En lo 'personal' no soy ni más ni menos que un católico, un islámico o un ateo, ni un homosexual o heterosexual, o un hombre o una mujer, o por ser de Madrid o de Barcelona o no ser de pueblo, o por tener trabajo o estar en el paro, o por pasar hambre, o si reciclas o no, o que me guste la montaña o la playa, o la pintura o la ópera o un programa basura de televisión, o si juego al ajedrez o si hago tai-chi o si plancho o si fumo marihuana, si me gusta leer a los clásicos de la poesía mundial o el cine español,... Por 'general' quiero decir que tampoco me da la gana pedir perdón por haber nacido donde lo hicieron cualquier pintor, político, bailarín o asesino, o por lo que sea.

Soy Mariano Mendoza, nacido donde he nacido, con el sexo que tengo, con mis gustos y preferencias en todo, hago lo que hago por una cuestión de apetencia. Huyo de ser un mentecato que crea que lo que hace es lo correcto y lo mejor. Mi ombligo también es redondo y mi mierda huele tan mal como la de todos.

Se puede opinar o decir cuáles son las preferencias de cada uno, pero creo que no está muy bien juzgar ni valorar a los demás. No se es mejor por ser andaluz o catalán, ni mujer que hombre, ni heterosexual que lesbiana, ni ... Lo importante son los valores que se reconocen en todas las culturas y que se basan en el respeto