03 octubre 2006

¡QUE SUERTE!

Tener hijos es algo circunstancial que depende de muchas variables, se puede querer tenerlos o no y se pueden tener o no. Pero si se tienen y se ha apostado por ellos enseñándoles lo mejor que hayamos aprendido, entonces casi seguro que no nos defraudarán. En ellos, nosotros, habremos mejorado. Yo tengo suerte con mis hijos, y si hay algo mal habrá sido culpa mía. Debo mejorar.

Los padres siempre se tienen, luego puede que se haya convivido con ellos más o menos tiempo. En cualquier caso creo que a un hijo no le van a educar mal intencionadamente, lo harán lo mejor que sepan y puedan. Es su hijo. Van a tratar de dar lo mejor que tienen dentro. También tengo suerte con mis padres, si alguna vez hay algo malo puede ser por incomprensión mía, egoismo o cualquier otra razón que yo podría evitar. Debo mejorar.

Y el tercer pilar son los amigos. Ahí sí que ya todo depende de nosotros, sólos. Según cómo se trate a la gente que nos rodea, tendremos más o menos 'posibles' amigos, luego, a medida que aumenta el conocimiento entre todos y con algo de afinidad, podrá irse cimentando una amistad. Muy importante es basarse en el respeto y la empatía. Es fácil, no me gusta que me engañen, entonces haré todo lo posible por no engañar. Respeto. También tengo suerte con los amigos, creo que son bastantes, buenos y diferentes. Creo que son esplepléndidos conmigo mientras que yo trato de corresponderles en lo que puedo. Debo mejorar.

Para sustentar el poder humano estos son los tres valores principales o únicos. No hace falta creer en nada. Yo creo que no creo en nada que no sea humano. Lo demás es fruto de las relaciones humanas (tema apasionante). Y luego está el universo.